martes, 26 de febrero de 2013

Tu padre es Dios

“¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas avuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Lucas 11:11-13 (Reina-Valera 1960) Dios es nuestro Padre, aquel Padre que haría cualquier cosa por sus hijos. Un Padre que al ver en peligro a sus hijos corre a protegerlos, aquel Padre que al ver una necesidad de sus hijos trata de suplirla, aquel Padre que desea que sus hijos puedan confiar plenamente en Él porque eso lo haría sentirse orgulloso de ellos. Me emociona en gran manera el hecho de que muchas veces Él ha estado allí cuidándome aun cuando he dudado de que lo hiciera. Me emociono al saber que me ha bendecido más de lo que considero merecer, pero que su amor hacia mi no tiene limites. Me emociona saber que a pesar de mis recurrentes errores siempre tiene algo especial para mi vida. Me emociona saber que en medio de millones de millones de personas me escogió a mi para ser su hijo. Me emociona saber que a pesar que la duda viene a mi mente, Él no se limita para ayudarme y sacarme de todos aquellos momentos en los que creo que no podré más. Hoy quiero recordarte quien es tu Padre, tu Padre es DIOS y Él siempre ha cuidado de ti, Él siempre ha estado allí, aun en aquellos momentos en los que dudaste de su presencia, Él siempre estuvo allí. Aun en aquellos momentos en donde hiciste lo contrario a lo que te mando, Él no dejo de estar allí. Tú Padre te ama y quiere lo mejor para ti, eso no significa que no vayas a experimentar momentos difíciles, pues son parte de la vida de cualquier ser humano, pero aun en medio de esos momentos difíciles Él estará allí para no dejarte solo y darte la fortaleza que necesitaras para salir adelante. Confía en Dios como tu Padre, no te olvides que eres su hijo y que tienes importancia especial para Él. Un día Él te escogió a ti, no porque te lo merecías, no porque eras lo suficientemente bueno para merecerlo, sino porque simplemente te amo y te escogió desde antes de la fundación del mundo. Tú siempre estuviste en los planes de Dios, tú siempre fuiste importante para Él. Quizá estos días te has sentido solo y abandonado, quizá hasta has pensado en volver a tu antigua vida al ver los constantes problemas que se te presentan, sin embargo, hoy Dios quiere recordarte que Él es tu Padre y como tal está al pendiente de tus necesidades y a Él no se le escapan detalles. Tu tarea es creer y confiar, tu tarea es descansar en los brazos de tu Padre, si Él está allí, ¡No hay nada que temer!, si Él está observándote, entonces ¿Por qué pensar que las cosas terminaran mal?, Dios siempre tiene una forma única y especial de actuar y lo demostrará en tu vida a través de esa situación que estás atravesando. ¡Tu Padre es Dios, que nunca se te olvide! “Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 2 Corintios 6:18 (Reina-Valera 1960)

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