jueves, 15 de agosto de 2013

NUEVA FECHA GRATIS

“Es tiempo de buscar a Dios”

Isaías 55:6, 7 A través de su vida, el hombre busca una variedad de cosas que él cree que son el secreto de su felicidad: Sabiduría, poder, dinero, placeres, etc. Lo triste del caso es que poco logran obtener aquello que desean, y cuando lo hacen, se dan cuenta que las cosas de este mundo, a la larga, no traen satisfacción. En medio de dicha búsqueda, el profeta Amos exhortó en sus días diciendo, “…Es tiempo de buscar a Dios…”. I. ¿POR QUÉ BUSCAR A JEHOVÁ? A. Porque estamos lejos de él. 1. Esta realidad no es entendida solamente por lo que nos dice la Biblia, sino que, lo podemos corroborar al analizar nuestros pensamientos, afectos y conducta. ¿Está presente Jehová en ellos? B. Porque es posible hallarlo. 1. Nadie lo ha buscado en vano (Salmo 34:4) 2. No está lejos (Hechos 17:27) 3. El mismo nos está buscando (Lucas 19:10). C. Porque es nuestro deber buscarlo. 1. Si hay un Dios, entonces no hay nada más importante en la vida que conocerlo y agradarlo. II. ¿CÓMO HALLARLO? A. Cambiando el rumbo de nuestra vida. Esta dirección que llevamos nos conduce a otro lado, pero no al lado de Dios (Proverbios 14:12). B. Las direcciones del evangelio son claras: 1. Por el camino de la fe, es decir, creyendo que Jesucristo es el Hijo de Dios (Juan 3:16) 2. Por el camino del arrepentimiento (Hechos 3:19) 3. Por el camino de la confesión (Romanos 10:9, 10) 4. Por el camino del bautismo (Marcos 16:16; Hch. 2:38) III. ¿CUÁNDO ES EL TIEMPO DE BUSCARLO? A. Hoy. 1. Muchos reconoce la necesidad de buscar a Dios, pero no lo han hecho, ¿por qué? ¿Por qué se aplaza? (Juan 3:36) 2. Al indicar que hoy es el tiempo, se quiere decir que hoy es el mejor tiempo, y de hecho, puede ser el único tiempo para buscar a Jehová (Juan 8:21). 3. Pablo dijo, “…ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…” (Romanos 8:1), pero, ¿Qué será de lo que no están en Cristo Jesús? “En sus pecados morirán”. B. Al decir “hoy”, se nos promete encontrarlo. Tal adverbio contiene una promesa implicada, y esa promesa es la de encontrar a Dios, y tener comunión con él. C. “…Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó…” (Lucas 15:20) CONCLUSIÓN: Hoy es tiempo de buscar a Dios.